Exportación de buenas costumbres

Ya pasaron dos meses reales de mi llegada acá, a la ciudad de Dubai, muchas cosas lindas y no tan lindas tuve que vivir... Algo lindo y divertido fue pasar micumpleaños en una pista de esquíes, algo no tan lindo fue pasarlo lejos de toda la gente que quiero, extraño y que me hicieron llegar sus saludos de alguna forma.

El día del festejo de mi cumpleaños y la ida al departamento nuevo que ya lo entregaron, sólo falta hacer la mudanza, coincidió con el viernes; día en el que no se trabaja bajo ningún concepto. Hicimos un rico asado, sí, asado en pleno Emiratos Árabes y a las puertas del calor de verano con 40 grados a las 12 de la noche.

Para empezar a narrar esta historia que por ahí no tiene mucho de fascinante solo es para internarnos en el tema culinario. Un asado hace falta como mínimo cerveza o vino, eso es casi internacional, bueno yo propuse exportar desde Córdoba el famoso melón con vino blanco; el cual tuvo mucha aceptación entre los comensales y digamos que puso en estado etílico a más de uno!

Tanto el melón, como el pan y la carne la compramos en Ajman, uno de los Emiratos, que según los locales es la perdición de las almas, algo así comoLas Vegas pero en versión mucho mas amena porque la perdición de las almas, la cultura y religión musulmana no permiten el acceso al alcohol ni verlo y mucho menos tomarlo.

Lo mismo con algo tan singular e inocente como es el cerdo, nada de cerdo puede comerse, entonces tanto el alcohol como el cerdo no se consiguen fácilmente, solo en este Emirato de la perdición por así decirlo, (tampoco los musulmanes pueden tocar a una mujer o verla en pantalones cortos, bikinis o polleras, pero ese es otro cantar).

Ajmán, el Emirato de la perdición